Cervecería Kunstmann ha logrado consolidarse como un referente en la industria cervecera nacional, destacándose en un mercado cada vez más competitivo, donde la conexión con los consumidores es clave para la construcción de una marca sólida.
Este reconocimiento es el resultado de un compromiso inquebrantable con la calidad, la tradición y la innovación, valores que Kunstmann ha mantenido desde su fundación en Valdivia, una ciudad con un fuerte arraigo cervecero, pero en una región donde el desarrollo industrial ha sido más desafiante. Su éxito radica en la capacidad de escuchar y responder a las preferencias de los consumidores, pues a lo largo de los años, han sabido adaptarse, ampliando su portafolio con nuevas variedades y experiencias que mantienen el sello inconfundible de su herencia alemana.
Kunstmann vuelve a destacarse como una de las marcas más queridas por los chilenos y este logro, más que un premio, es una señal de que la marca está en el corazón de quienes disfrutan su sabor, su historia y su espíritu.
“Este reconocimiento reafirma nuestro compromiso con la excelencia, la innovación y la cercanía con nuestros consumidores. Nos impulsa a seguir creando experiencias auténticas que conecten con las nuevas generaciones sin perder nuestra esencia. En Kunstmann, trabajamos día a día por fortalecer ese vínculo que nos une a las personas, evolucionando con ellas y siendo parte de sus momentos más significativos”, afirma Diego Caffarena, Gerente de Marketing e Innovación de Cervecería Kunstmann.
Kunstmann continúa abriendo nuevos caminos en la industria, porque no se trata sólo de elaborar cerveza, sino de crear un vínculo auténtico. Con su Sala de Barricas, tours guiados y una amplia oferta de experiencias, cada año, más de 300 mil personas visitan el complejo en Valdivia, sumergiéndose en un universo donde la tradición, la calidad y la emoción son los protagonistas.
Hoy, con la segunda generación de la familia Kunstmann al mando, siguen consolidándose como un emblema de la tradición cervecera en Chile. Este traspaso generacional ha permitido mantener el equilibrio perfecto entre historia y modernidad, fortaleciendo el vínculo con los consumidores que han sido parte de esta trayectoria.